El Proyecto Mercurio: Capítulo 6 "Hermanos de sangre"
15 de agosto de 2001
Una mujer observa por una ventana la infinitud del Espacio, en el que observa el planeta al que se aproximan. Mientras observa, un hombre se le acerca y la agarra del hombro. La mujer vuelve su cabeza hacia atrás y sonríe.
- Por fin. Aquí estamos.
- Cierto. ¿Es hermosa verdad?
. Había visto imágenes, pero nunca habría imaginado que fuera tan bella en directo. Ahora no me puedo creer que estemos aquí.
- Así es. Por fin hemos llegado al lugar de donde procedemos.
Ambos vuelven a mirar hacia la ventana, en la que se puede observar la Tierra con la Luna rotando a su alrededor. Entonces, un oficial se acerca.
- Señor, estamos preparados para comunicarnos.
- Muchas gracias.
El hombre se acerca a un panel. De repente, se oye una voz.
- Hazel.
- Buenos días, agente Hazel.
- Buenos días, ¿con quién tengo el placer de hablar?
- Mi nombre es Francis Niemann.
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11 de septiembre de 2001
Seratram y Niemann esperan junto a Hazel en la puerta de una base militar. Un coche aparece a gran velocidad, y Sánchez baja rápidamente de éste.
- Señor Niemann, esto es una emergencia.
- ¿Cómo?
- Señor Niemann, el topo que ha estado pasando información falsa sobre ustedes me ha informado de que tiene intención de volar el cañón que están construyendo en la base lunar.
- Eso es imposible.
- Ha logrado colar un virus en el sistema informático del cañón.
- Para eso debería conocer al detalle el sistema del arma, y eso es información clasificada de muy alto nivel.
- Pues mire estos archivos -mientras le da la carpeta que obtuvo sobre el “Proyecto Mercurio”-; para mí que entiende muy bien de qué se trata.
- Dios, pero... No puede ser. Seratram...
- Señor -dice Seratram-, no sabía nada. De todas formas, debe de haber un error.
- Ser, sabes que sólo una persona puede acceder a esta información, y es justo la única persona que podría hacer reventar la base. Llama inmediatamente y que evacuen la base. Ustedes llamen a sus gobiernos y que hagan saber al resto que cientos de miles de individuos llegarán dentro de nada a la Tierra y necesitarán cobijo.
- Pero si sólo quiere volar el cañón -dice Hazel-, ¿por qué evacuar?
- Todo el sistema energético e informático de la base tiene su centro en el cañón. Van a volar a toda mi gente.
- Francis -grita Seratram-, debe de haber un error.
- Ser, míralo tú mismo -le pasa el archivo-, yo voy a buscar a mi hermana.
Va a una caseta cercana y se dirige al soldado que hay allí.
- Soldado, ¿dónde está mi hermana?.
- Los oyó hablar y dijo que debía irse.
- Maldita sea, Mir, ¿qué demonios te ha pasado?
Mientras se dirige a la pequeña nave, saca un pequeño ordenador de bolsillo y empieza a tocar la pantalla. Cuando llega a la nave, Keras observa como la nave despega.
- Mir, ¿qué demonios haces?
- Niemann...
- ¿Ni siquiera llamas por su nombre a tu hermano?
- ¡Tú no eres mi hermano! Eres sólo un maldito genocida.
Keras alza su pistola y dispara. Niemann consigue resguardarse tras un coche.
- Mir, nos críamos juntos. No recordamos nuestra vida sin el otro. Nuestros padres nos criaron por igual. ¿Qué demonios te ha hecho cambiar de esa manera?
- Yo nunca he cambiado. Nunca sentimos nada por ti ni por tu madre. Mi padre lloraba todos los días viéndose forzado a decirle a la ramera de tu madre que la amaba.
- Pero si eras una cría.
- Eso temía mi padre. Pero sabes muy bien que soy demasiado lista. Tuve que aprender a mentir, a esconder mis sentimientos y mostrar aquellos que no me pertenecen.
- Y no sólo me engañaste a mí, sino también a mi mejor amigo.
- No hables de Ser. No es mentira que lo ame. Sólo está engañado. Sus padres, tu madre, tú...
- ¿Engañado? Es a ti a la que tu padre te convirtió en un títere del Gobierno desde pequeña.
- Era por el bien de nuestra gente. Vosotros vais a acabar con aquello por lo que tantos lucharon. Queréis exterminar a nuestra propia gente.
- ¡No son nuestra gente! ¡No son más que bestias!
Sánchez llega de repente y logra ponerse al lado de Niemann.
- Señor Niemann...
- Estése quieto. Mir, sé que en el fondo sabes que soy tu hermano, y sé que sabes que tenemos la razón.
Niemann se empieza a levantar, y entonces, Keras logra dispararle en el abdomen.
- ¡Niemann! -grita Sánchez
Keras empieza a hacer cosas con su ordenador de bolsillo. Entonces, vuelve a coger la pistola.
- Por la democracia...
Introduce la pistola en su boca y dispara. Mientras, Niemann se dirige a Sánchez.
- Llame a una ambulancia.
- Pero no podrán salvarlo.
- Sí. No me ha dañado ningún órgano vital; es sólo un balazo en el abdomen. Pero tiene que ser rápido.
- Pero no conocen su cuerpo.
- Sí que lo conocen. Yo soy un humano, como usted.
12 de septiembre de 2001
Niemann despierta en el hospital. A su lado está Seratram.
- Ser, siento haber dudado de ti.
- Francis, no lo comprendo. Ella...
- Ella es una víctima. Su padre la utilizó, la adoctrinó. No es su culpa, y mucho menos tuya. Has sido siempre fiel; crítico, pero fiel. Ambos estábamos cegados porque la queríamos. Cuando me recupere, le organizaremos el funeral que se merece.
- Nuestra gente tiene dudas. Están diseminados por el planeta, no saben lo que hacer. El “Proyecto Mercurio” ha fracasado.
- Debería de haberte creido. Debemos iniciar “Revelación”.
- Como quieras, Francis. Primera parada, “Caso Niké”.
Hazel y Sánchez aparecen por la puerta. Sánchez le habla a Seratram.
- ¿Nos podría dejar un momento a solas con el señor Niemann?
- Claro.
Seratram se va, y Sánchez se sienta, mientras que Hazel se queda de pie frente a la cama.
- Señor Niemann, es hora de que empiece a decirnos toda la verdad.
- Claro. No podría ser de otra manera, agente Sánchez.
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